Problemas del CRUDO de hoy: lidiar con los calcetines.

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Uno de los grandes problemas del crudo es lidiar con los calcetines.
Esto se debe a que, por más increíble que parezca, los calcetines tienen vida propia y piensan por sí solos, a mind of their own!
El problema comienza cuando el crudo, en cuya naturaleza la paciencia es poca, se dirige al cajón a buscar un par de calcetines. ¡Y héte aquí la lanzata en el divino costado!: ¿y el otro?
Por regla general los calcetines, como los senos, deben viajar en par.
Pero no: siempre hay uno de ellos, el jocoso o el payasete que se las arregla para burlarse del crudo tomando las riendas de sus hilos y con ellas gozar de una libertad que no le pertenece, o si nos queremos poner más warholeanos: ¡no hay nada más pesado que un calcetín terco en querer tener sus cinco minutos de fama!
Esto se solucionaría rápidamente si se tuviera un cajón exclusivo para calcetines. Sin embargo una persona que tiene un cajón dedicado solamente a calcetines la podemos descartar de la lista de crudos, pues regularmente se trata de gente de culete asmático, de las que seguro hacen balance de sus alegrías para no pasarse de la raya y ya tienen pagado desde hace mucho su cremación. Mientras tanto el crudo, que no está para bollos ni calcetines con atributos de escapista, revuelve su cajón en busca del pérfido desaparecido. La cabeza le da vueltas y el estómago le avisa que está por tomar una decisión más apremiante: voltearse.
Es aquí donde entra la recomendación de los expertos en el libre albedrío de los calcetines, un problema serio de carácter mundial: se debe buscar siempre en el lugar menos indicado, como por ejemplo atrás del tanque de gas, o adentro del motor del auto, o donde se guarda la vajilla bávara, regalo de la abuela, la misma que se quedó con la ponchera “por precaución”.
Ahora bien, las probabilidades de encontrar el maldito calcetín son proporcionales al tamaño de la cruda. Si nuestro postetílico mártir (crudo) todavía está color berenjena y se siente como lombriz rebanada, lo mejor es dejarlo ir al trabajo sin calcetines, total trabaja en la Secretaría de Agricultura y Pesca, a ellos eso de brincar charcos se les da, así que no los necesita.
(de los hoyos en los calcetines después hablamos).

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